lunes, 9 de julio de 2012

Billetes de escritores


Ayer volví encantado de la Plaza Mayor (los domingos se organiza un mercado de sellos y monedas) porque encontré este precioso billete escocés de una libra, en el que aparece la efigie, sonriente, de Stevenson. 

No sé cuánto hace que colecciono billetes de escritores. De hecho no creo que pueda hablarse de una colección. ya que no existe esa obsesión por inventariar ni completar, tan del coleccionista.
Sin embargo sí me gusta encontrarlos e irlos guardando.Tengo, no sé, tal vez una docena: Pessoa (a la izquierda), en un billete de cien escudos de Portugal; Victor Hugo, en uno de cinco francos; o éste, también francés, dedicado a Saint-Exupery.


En España, recuerdo los billetes de mil y dos mil pesetas antes del euro -Ay!- con las caras de Pérez Galdós, y Juan Ramón Jiménez.





Y antes, el de Becquer, de cien pesetas; el de Calderón, de 25; el de Rosalía de Castro, de 500, y el de Cervantes, de 100.
Otro país en el que los escritores fueron protagonistas preferentes del papel moneda fue Irlanda. Hay un billete de 10 libras con la imagen de Joyce, que busco desde hace tiempo, y otro de 20 libras con la de Yeats.
Y hace poco encontré éste de la derecha, con el rostro de César Vallejo -la mano en la barbilla- de diez mil intis, de Perú.

Billete de 20 libras irlandesas, dedicado a Yeats


Gabriela Mistral en un billete chileno
Sé que hay un billete argentino en el que aparece Borges, y otro chileno, homenaje a Gabriela Mistral.
Y no he conseguido dar, por mucho que he buscado, con ninguno dedicado a Nabokov,  por ejejmplo, ni a Dumas, ni a Franz Kafka, que quedaría estupendo con su cara alargada, los pómulos marcados, y su mirada fija. De hipnotizador, casi.

Aunque sí lo he encontrado en sello de correos. Así que no descarto empezar con la filatelia. Qué pereza!


domingo, 1 de julio de 2012

Pepe Hierro, a mano.


He estado este fin de semana en Santander, viendo una exposición dedicada a Pepe Hierro en el Palacete del Embarcadero. 

Se titula La mano de Pepe Hierro, e indaga en su faceta como pintor y dibujante: barcas, flores, marinas, guitarras e instrumentos musicales y esos autorretratos suyos, casi estremecedores, surcados de trazos y borrones tajantes y extrañamente expeditivos.
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Cuenta Carlos Galán en el tríptico que acompaña la muestra, que Hierro pintaba, y que pintaba mucho. Que al terminar una comida con amigos aprovechaba alguna servilleta, de papel o de tela, para dibujar.
Y se le recuerda, en las ferias del libro, firmando sus dedicatorias con una caja de acuarelas, cuando no dedicaba mojando los pinceles directamente en el café. "La única manera de vender libros de poesía -dijo en alguna ocasión- es pintándolos".

Hay una vieja tradición de escritores que dibujan o pintan, como si nunca se diera un único talento. Pintaba Alberti, pintaba Lorca, pintaba Gabriel Celaya, y escribían Dalí y Ramón Gaya. 
Pintaba, por lo visto, Juan Benet. Pintaba Buero (el conocidísimo retrato de Miguel Hernández a a lápiz, lo dibujó él en la cárcel del Conde de Toreno, cuando ambos estaban allí presos). Y hoy pintan, o dibujan, Juan Carlos Mestre, Trapiello o Benítez Reyes que ha utilizado alguno de sus collages como imagen de cubierta para sus libros. 


Volviendo a la exposición de Pepe Hierro, se regalan unas pequeñas estampitas con alguno de sus poemas más conocidos. Ese soneto que se titula Vida, por ejemplo, que le costó tanto terminar, según contaba, y que acaba diciendo:

     Qué mas da que la nada fuera nada
     si más nada será, después de todo,
     después de tanto todo para nada.

Por cierto que la editorial Nordica acaba de editar Hierro ilustrado. Una antología de sus poemas imprescindibles, ilustrada por muchos de sus dibujos mas conocidos.
Una estupenda oportunidad de encontrarsse con Pepe Hierro que, este año, habría cumplido noventa.
Más información sobre Hierro ilustrado, AQUI:
La exposición, organizada por la UIMP puede visitarse hasta el día 29 de julio.