sábado, 15 de octubre de 2011

Toccare i libri.

La editorial Ponte alle Grazie acaba de publicar la versión italiana de Tocar los libros, con un precioso subtítulo: "Una passeggiata romantica e sensuale tra le pagine".

Acabo de responder un cuestionario quee me ha enviado la revista GQ, y que publicarán en su próximo número en Italia.

¿Piensa que la experiencia lectora en un libro - el tacto, el olfato-, se perderá con la llegada del libro electrónico?
Sí, soy un antiguo. Creo que en los libros quedan atrapados recuerdos que tienen que ver con la lectura:  anotaciones, viejas entradas de cine, billetes, papelitos con teléfonos, arena de la playa, una foto,  o la ceniza de un cigarrillo.... Y todo eso, si los e-readers siguen siendo como son hasta ahora, desaparecerá.

¿Ha intentado leer en un e-book? ¿Cómo le fue? 
Vi uno hace tiempo, sí. Un Kindle. Me pareció curioso. Y muy gris. La letra y, sobre todo, el color de la pantalla, eran grises.    

¿Desparecerán algún día los libros en papel?
Siempre que aparece una nueva tecnología (el libro tal y como lo conocemos también fue en su momento una innovación tecnológica) parece que debe llevar aparejada la desaparición inminente de la anterior. La fotografía tendría que  haber acabado con la pintura; el avión con el ferrocarril; el helicóptero con el coche; la televisión con el cine... Mi opinion es que el libro en papel y el e-book convivirán. Y que los lectores elegirán, según que contenidos, leerlos en papel o en la pantalla. En todo caso, creo que hay una obsesión por crear una frontera insalvable entre nuevos y viejos soportes, cuando lo importante es la literatura. Es como ir a una cata de vino, y acabar discutiendo todo el tiempo sobre el embotellado.  

¿Ha leído todos los libros que tiene en su biblioteca?
Por supuesto que no. En mi biblioteca hay libros que he leído, libros que no he leído, libros que he leído y releído, libros que no debería haber leído, libros que cuento con leer y que probablemente nunca lea... Es decir, lo normal. Las biblitotecas no sólo se nutren de nuestras lecturas, sino de nuestas aspiraciones y fracasos, esperanzas y renuncias lectoras. De ahí que hablen tanto de nosotros.
 

Decía Umberto Eco que hay libros que hay que leer y libros que hay que tener. ¿Cuáles son a su juicio unos y otros?  
Es complicado porque cada lector considerará necesarios libros que a otros lectores les resultarán absolutamente prescindibles. Y eso es bueno. Jamás una campaña publicitaria garantiza que un libro se venda. El que un autor venda miles de ejemplares de un título no significa que su sigiente libro vaya a contar con la aceptación del público. Que un título funcione en un país no garantiza que venda en otro... Al final, la última palabra la tiene el lector, y eso es maravilloso.

¿Ha perdido alguna vez un libro iremplazable?
Ahora mismo pienso en dos o tres libros que presté y que nunca me devolvieron. Cada vez me importa menos  prestar libros a amigos porque, aunque no los devuelvan, sé que los tienen y dónde están. Es como si mi propia biblioteca se extendiera también por sus casas, y contar con ese espacio adicional en casas de amigos tampoco viene mal. Me molesta, eso sí,  prestar, y sobre todo haber prestado libros a gente que no eran amigos míos, compañeros ocasionales de trabajo, o de clase,  a quienes dejé libros y a quienes no he vuelto a ver. Y recuerdo aquellos libros perdidos con la nostalgia de la pérdida innecesaria.

¿Cuántos libros lee al mes?
Depende, mi trabajo me obliga  a leer de una manera bastante particular. Hablo de libros, cada semana, en un programa de Radio Nacional de España. A veces estoy, al tiempo, escribiendo una reseña para alguna revista, y leyendo algún otro libro por pura apetecencia. Y no soy rápido leyendo. Así que no sabría qué decir. La verdad es que siempre voy con un libro a todas partes.

¿Ha leído completo el Ulises de Joyce, Doctor Faustus o La Divina Comedia? 
Todo el Ulises, no. E hice varios intentos, hace años. Sin embargo me interesa mucho Joyce y su figura literaria. Y tampoco Doctor Faustus. La  Divina Comedia la leí, no hace mucho, en una edición ilustrada por Miquel Barceló. De todos modos nunca he sido muy partidario de la lectura del sufrimiento. Hay libros, sí, que son más difíciles que otros, y exigen una atención y una dedicación especiales por parte del lector, pero nunca he sido partidario de la lectura flagelante. Creo que hay un momento para leer cada libro, y a veces hay que saber esperar.

Entre un libro de Hemingway y uno de Calvino, ¿cual dejaría en la librería?
Qué complicada elección. Depende de qué libro en particular. Me encantó El barón rampante, por ejemplo, fue para mí deslumbrante, creo que sería capaz de recordar de memoria las primeras líneas. Pero también recuerdo la lectura de El viejo y el mar, y Adiós a las armas.
Tal vez me comprara Calvino, pero dejaría escondido en la librería (no es la primera vez
que lo hago) el libro de Hemingway, para volver a encontrarlo otro día.

Si tuviera que escribir una dedicatoria en su libro para esta revista, ¿qué nos pondría?
Los escritores acabamos teniendo una serie de trucos o “perchas” para firmar dedicatorias, sobre todo los que no somos todo el tiempo ocurrentes.  Por ejemplo, en “Tocar los libros” he escrito muchas veces: “Para GQ, éste libro para tocar. ¡Te tocó!”, y dibujo un sombrero.
La calidad de mis sombreros dibujados es una leyenda. 



6 comentarios:

Francisco Fuster Garcia dijo...

¡Enhorabuena Jesús! Primero Córtazar, luego las bibliotecas de escritores y ahora esta traducción; este año estás que te sales... Me alegra mucho comprobar que todo lo que has ido sembrando va dando sus frutos.

Un abrazo desde Valencia y lo dicho: muchas felicidades por esta acumulación de buenas notícias.

Paco Fuster

Blog de Jesús Marchamalo dijo...

Gracias, Paco.
Acabo de acordarme, por cierto, de que te debo un artículo. ¿Sigue en pie lo de Baroja?
Recuérdame la fecha de entrega, por favor.
Y gracias¡¡¡

Fernando dijo...

me ha parecido una entrevista muy buena. Las preguntas lo son y tus respuestas me han parecido geniales.

Blog de Jesús Marchamalo dijo...

Gracias, Fernando. Es curioso porque las preguntas originales están formuladas en italiano, me las traducen al inglés, yo las respondo en español, y las traducen otra vez al italiano.
Así que no sé al final qué saldra
Gracias.

Elena dijo...

Estupenda entrevista. Las preguntas son buenas, las respuestas mejores. Yo me quedo con Calvino.

PD: No sé de que va lo de Baroja pero ¡hazlo! y luego nos lo cuentas.

Blog de Jesús Marchamalo dijo...

Gracias, Elena. Me quedo con tu felicitación por las respuestas. De las preguntas no soy el responsable.

Lo de Baroja es un artículo. Tengo que escribir sobre él para una revista que coordina Paco Fuster.

¡Y tengo que empezar a ponerme!

Gracias.