Contaba entonces, y lo sigo pensando, que la creación está de algún modo vinculada al entorno donde se produce, así que nada de lo que hay en un estudio -acuarelas, pinceles, folios amontonados, carpetas- es del todo casual.
La entrada es una de las más visitadas, y a pesar de ser antigua, recibe un número apreciable de visitas cada día, lo que prueba la curiosidad que despierta este tema.
Javier Pagola en un rincón de su estudio |
Un lugar remotamente industrial y hogareño, cruzado de mesas y estanterías, aquí y allá, y rincones de trabajo, todo con un orden preciso, unas veces casual, otras estricto.
Antes de irme me regaló este sello: uno de sus inconfundibles personajes montado en un caballo.
Lo ha usado, me contó, durante años y me encantó heredarlo.
3 comentarios:
Oye Jesús, qué guapo este Pagola.
Ey! Un piropo!
Se lo transmitiré. O lo mismo me lo quedo. Según como me pille.
Gracias.
Quédatelo. Tengo más.
Publicar un comentario