La baronesa Blixen |
Tropieza, cae, se dirige hacia el bosque bordeando el estanque, se zafa de las ramas, trastabilla de nuevo, ajetreado y, al final, vuelve a su casa, caminando por un claro iluminado por la luna.
Se acuesta y al levantarse al día siguiente, ve desde la ventana sus propios pasos -el tropezón, la carrera hacia el bosque, el estanque, la vuelta, el camino del claro- y cómo dibujan sobre la nieve una cigüeña.
2 comentarios:
A costa de parecer atropellada, hazte a la idea que algún día tengo que poner mis ilus a tus letras. No hay discusión posible. Besos y besos. Deliciosa la entrada del cuento de Blixen.
Anda sí.
Besos.
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