jueves, 30 de junio de 2011

La casa de Cortázar

Hay lugares definitivamente imaginarios. Sitios sobre los que nos han hablado, o hemos leído, y que hemos construído en nuestro imaginario como se construyen los lugares remotos.
Alguien me había hablado, hace ya tiempo, de ese edificio de aire remotamente industrial, en París, lleno de patios acristalados, balcones y macetas en la rue Martel. Allí, en el número cuatro vivía Julio Cortázar con su gata, Franelle, que, de vez en cuando, caía desde el tejado, generosa con alguna de sus vidas.


Y allí fui el otro día, cerca de la estación de Château d'Eau (también el nombre raya lo imaginario: castillo de agua), y allí anduve, como un turista ocioso, vagando antes de hablar con uno de sus vecinos, Nelson Ross, que me señaló ese piso, arriba, lleno de plantas, en la escalera C, donde vívía Cortázar.


Ese piso, tal vez un tercero o un cuarto sin ascensor, al que subía a diario, alto y despeluchado, por la escalera C hasta su casa.
Y me encantó, debo reconocerlo, porque al final todo era tal y como lo había secretamente imaginado: los patios, el color de las fachadas, la escalera, la estación y las plantas. Y esa placa, en el portón de entrada, que los vecinos pidieron colocar. Aquí vivió Cortázar, se lee, el autor de Marelle.




viernes, 24 de junio de 2011

Regalo de un poema

Mi amigo José Luis Puerto. Intercambiamos a menudo, por correo, desde hace años, libros y papelitos, fotos, tarjetas, notas... Entuve con él en León este invierno, y a ambos nos encantó el reencuentro, después de tanto tiempo. La foto de la derecha se la hice, camino de la estación de tren, mientras me hablaba de Valente y Gamoneda.

Esta semana ha enviado por correo electrónico a sus amigos el poema que incluyo más abajo, Solsticio de verano, que le he pedido permiso para reproducir aquí en el blog, para los lectores de este don de la impaciencia


                                                     (solsticio de verano)


                                          Melodía temprana de los pájaros
                                          En el primer instante de la luz.
                                          Y la brisa del alba que nos llega
                                          Y nos refresca el rostro,
                                          Como también el ánimo.
                                          Echemos a la hoguera
                                          Nuestro tiempo gastado, nuestras sombras,
                                          Aquello que nos sobra y nos perturba,
                                          Y entreguemos lo nuestro más valioso
                                          Al rumor de la luz.
                                          Paraíso o jardín, la vida toda,
                                          Si sabemos estar, poner el alma
                                          Al unísono fiel con lo creado.
                                          Esta brisa del alba
                                          Que purifica el ánimo,
                                          Este primer instante de la luz,
                                          Este canto temprano de los pájaros...
                                          Nos invitan a ser,
                                          A convertir el mundo ya en morada
                                          Luminosa y abierta
                                         para todos

                                                                        (21-VI-2011)

José Luis Puerto (La Alberca, Salamanca, 1953) es autor, entre otros, de Las sílabas del mundo, De la intemperie, o Proteger las moradas. En 1996 le fue concedido el Premio Jaime Gil de Biedma de poesía por Señales, y en 1990 el Premio Ciudad e Segovia por Paisaje de Invierno.  




jueves, 16 de junio de 2011

Más fotos de escritores

Hoy me han mandado las pruebas de Donde se guardan los libros, el libro que publicará Siruela en octubre, dedicado a las bibliotecas de una veintena de escritores.
Por primera vez, un libro mío llevará fotos que también he hecho yo. Son detalles de las baldas y estanterías, y retratos de los protagonistas.
Me ha gustado fotografiar escritores. Encontrar en ellos gestos y miradas diferentes: el momento en que Gustavo Martín Garzo desvió la mirada; ése en el que Clara Sánchez miró por la ventana del sitio donde escribe.


O ese otro en el que José María Merino me firmaba una dedicatoria en su mesa, cubierta de papeles y carpetas.
Recuerdo también esa foto de Enrique Vila-Matas, en su casa de Barcelona, cubierta de montones de libros, y la de Juan Manuel de Prada, hojeando uno ante su biblioteca.


  













Y recuerdo a Carmen Posadas, posando ante una parte de sus libros, en su casa de Madrid, en blanco y negro.

domingo, 12 de junio de 2011

Màrius Serra

Màrius Serra
Conozco a Màrius Serra desde hace algo más de diez años, cuando descubrí su deslumbrante Verbalia. Desde entonces nos hemos ido enviando todos los libros que hemos escrito, en una peculiar, divertida, partida de ping pong que, a estas alturas, creo que hemos conseguido empatar.

Hace unos años publicó Quieto (Anagrama), uno de los libros más conmovedores que he leído nunca, dedicado a su hijo Llullu, que sufría parálisis cerebral.

Me escribió el otro día y me propuso que le presentara aquí en Madrid su último libro Monóculo/De cómo se escribe una novela (Funambulista) y le dije que sí, que claro, que por supuesto...

Será este próximo martes, a las ocho y media, en La buena vida. Hablaremos de su nueva novela, de Llullu, del barça, de literatura y de palabras, y tomaremos un vino al final. 

Será estupendo veros, si podéis y os apetece.

La invitación se agranda pulsando sobre ella.


La buena vida está en la calle Vergara, 10, cerca de Ópera.

miércoles, 8 de junio de 2011

"Cortázar y los libros", mi libro de Cortázar.


La semana que viene estará disponible en librerías Cortázar y los libros. Un recorrido por la biblioteca personal del autor de Rayuela, que su viuda, Aurora Bernárdez, donó a la Fundación Juan March en 1993.
Son algo más de cuatro mil volúmenes -libros de arte, filosofía, clásicos griegos y latinos y, sobre todo, poesía y novela del siglo XX- que permiten construir un retrato inédito de Cortázar a través de sus gustos y afinidades literarias.
Pero los libros de Cortázar descubren también a un lector minucioso y voraz, que anota, subraya, comenta, y que muestra su conformidad con el autor o, lo que es más frecuente, su discrepancia.
Muchos de sus libros tienen un código, a veces indescifrable, de subrayados, señales, corchetes, paréntesis y rayas verticales, con los que marca aquellos párrafos o líneas que le interesan.

"Ah!" -escribe en ocasiones en los márgenes, con lápiz, y también con bolígrafo o con rotulador- "Ojo!", "Ça", "Bien!" o simplemente "No!" cuando no está de acuerdo con algo que se afirma.

Páginas anotadas por Julio Cortázar en su ejemplar de Poesías Completas de Pedro Salinas

Los libros de Cortázar muestran también su obsesión por las erratas, que corrige de forma enfermiza en cada uno de sus libros, y la relación que le unió con alguno de los más importantes escritores de su generación a través de las dedicatorias.
Octavio Paz, José Lezama Lima, Carlos Fuentes, Alejandra Pizarnik, o - a la derecha- Pablo Neruda quien, con su tinta verde, a toda página, le firma: "A Julio Cortázar, por fin en Isla Negra, su amigo de antes y después, Pablo Neruda"


Doble página de Cortázar y los libros

El libro, exquisitamente editado por Fórcola, tiene más de setenta ilustraciones -reproducciones de cubiertas o páginas de libros, fotografías, dibujos, apostillas, dedicatorias-, que muestran un Cortázar convertido, por medio del rastro que dejó en los libros que leía, en territorio definitivamente fabulado.

Ayer firmé mi primera dedicatoria (a mi amigo Héctor Abad) y me sorprendió no encontrar una sola página en blanco, de modo que opté por utilizar a viñeta de mi amigo Damián Flores en la portadilla. Así.




Vivo la sensación de haber cumplido, respecto de Cortázar, con una vieja deuda.

(las imáganes pueden verse más grandes pulsando sobre ellas)

martes, 7 de junio de 2011

Canarias


Viajo a Las Palmas el próximo jueves, invitado por el Cabildo de Gran Canaria, para dar tres conferencias. Hoy me han enviado el programa, que cuelgo aquí arriba.
Se amplía pulsando en la foto, y hay más información AQUÍ.

domingo, 5 de junio de 2011

El podio de las visitas

Estudio de Mazarío
Este mes de mayo ha sido el que más visitas ha recibido este blog desde su creación en septiembre pasado, casi dos mil quinientas páginas. Así que gracias, en primer lugar por vuestro interés.
No es que tenga una especial obsesión con el número de visitas, pero me provoca curiosidad comprobar qué temas, qué fotos, qué notas son las que más interés despiertan.

Y es curioso porque las tres páginas más populares en estos últimos nueve meses, no tienen nada que ver entre ellas. O al menos yo no soy capaz de encontrar similitudes.

Estudio de Damián Flores Llanos
La mas vista, es la de Estudios de pintores, y la publiqué en noviembre del año pasado.
Un recorrido fotográfico por los estudios de cuatro o cinco amigos pintores, cada uno con sus peculiaridades, y una mención a aquél caótico lugar en el que trabajaba Francis Bacon y que tuvo que ser desmontado por un grupo de arqueólogos que lo cartografiaron durante semanas, antes de trasladarlo a un museo. 

La segunda página más visitada, en este peculiar listado de éxitos, ha sido la decidada a Max Aub y su Juego de Cartas.


Max Aub en una de sus fotos más conocidas
Max Aub es uno de mis escritores fetiche, y este libro en particular, reeditado ahora por Cuadernos del Vigía, uno de los que de él más me interesan.
Una novela impresa en las cartas de una baraja. De modo que la historia del protagonista cambia en función de las cartas que a cada lector le toquen.

La tercera página, Fotos y muñequitos, tiene que ver con todo ese universo de objetos -fotos, cartas, muñecos- que aparecen en las estanterías.
Un homenaje a la exuberancia, probablemente, y al desorden y que ha contado, también, con el favor del público.


Os invito a visitar cualquiera de las tres, o las tres si os apetece.
Se entra en cada una de ellas a través del título que aparece marcado en rojo en el texto.
Y, de nuevo, mi agradecimiento.